Los orígenes de nuestra tradición vinícola se remontan al año 1886 en Bràfim (Tarrragona), un núcleo agrícola de unos 400 habitantes en esa época. Las primeras transacciones eran de vinos y mistelas con bocoyes que cargaban en carros y que comercializó la primera generación del negocio: Daniel Padró Porta (1846-1890) y su esposa Rosa Valldosera. En aquella época regentaban un pequeño establecimiento de vinos con escasa maquinaria (una sola prensa) y una pequeña fábrica para la destilación de alcoholes para comercializar aguardientes y anisados.
La incorporación de la quinta generación mantiene la misma filosofia de comercialización a granel y embotellado de vinos de calidad, de mistelas y vermuts dotando a la empresa de la tecnología necesaria para la modernización de los procesos enológicos y de nuevas instalaciones de embotellado, aumento de hectáreas de viñedos propios y nuevo almacén de recepción de vendimias.