Después de una larga tradición vitivinícola y trabajando en diferentes bodegas, mi padre comenzó su propio proyecto en 1998 en Finca El Molar convencido de sus características distintivas, los suelos y el clima eran ideales para establecer viñedos. Hoy en día, tenemos viñedos, aceitunas y pistachos. Aparte de estos cultivos comerciales buscamos cuidar el medio ambiente y crear un ecosistema verde, plantando árboles locales y cuidando la vegetación y el bosque.